(Aquesta entrada ha estat actualitzada el 5/07/2013)
La negociación del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2014-2020, también conocido como «perspectivas financieras», ha sido uno de los temas más destacados de los últimos meses cuyo resultado tendrá repercusión para los presupuestos anuales de la UE hasta el año 2020. El Tratado de Lisboa ha transformado el MFP en un acto jurídicamente vinculante, en concreto el artículo 312 TFUE prevé la adopción de un reglamento del MFP. Además, el artículo 312 dispone que el MFP «tendrá por objeto garantizar la evolución ordenada de los gastos de la Unión dentro del límite de sus recursos propios», y que «el presupuesto anual de la Unión respetará el marco financiero plurianual».
Tras haber llegado a un acuerdo político sobre el MFP 2014-2020 en el Consejo Europeo del 7-8 de Febrero 2013, el Consejo y el Parlamento Europeo llegaron el dia 27 de Junio al muy esperado acuerdo final, que fue confirmado por el pleno del EP el 3 de Julio. Aunque la negociación final no trataba el techo global máximo y el contenido del marco financiero plurianual, que ya se había acordado en el mencionado Consejo Europeo de febrero, hay algunas modificaciones importantes con respecto a la composición del MFP que acogen la mayor parte de las demandas del PE. En septiembre se dará estatus legal al acuerdo, en una votación sobre el proyecto de ley de presupuesto. (los Reglamentos legislativos del MFP y el Acuerdo Interinstitucional). Esto concluirá el último paso de un largo proceso de negociación.
El MFP 2014-2020 representa un marco financiero austero que se verá reducido por primera vez en la historia de la integración europea, pero por otro contiene también algunos elementos novedosos, como por ejemplo un fondo para la lucha contra el desempleo juvenil o una reducción de las rúbricas tradicionales del gasto (Política de Cohesión y Política Agrícola Común) a favor de un incremento de las inversiones en la rúbrica competitividad.
El Parlamento Europeo ha asumido un nuevo papel en la negociación del MFP 2014-2020, ya que conforme al Tratado de Lisboa, el Reglamento del MFP se adoptará mediante un procedimiento legislativo especial que requiere la aprobación por unanimidad del Consejo, previa aprobación del PE, que se pronunciará por mayoría de los miembros que lo componen. El ya mencionado artículo 312 TFUE especifica que «durante el procedimiento conducente a la adopción del marco financiero, el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión adoptarán todas las medidas necesarias para facilitar dicha adopción». En palabras de Alain Lamassoure, principal negociador del MFP del Parlamento Europeo: “Es sólo a partir del Tratado de Lisboa que el Parlamento Europeo merece ser llamado parlamento. Ahora tiene todos los poderes presupuestarios que un Parlamento tiene en un sistema federal y es la primera vez que estos nuevos poderes pueden ejercerse en un marco financiero plurianual”.[1]
Sin embargo, el PE no sólo tiene un nuevo papel formal, sino que ha sido uno de los principales actores desde el inicio del proceso de negociación:
• El Parlamento Europeo presentó su propia propuesta sobre el MFP 2014-2020 antes de que la Comisión Europea publicara su propuesta oficial.
• El PE elaboró documentos de posición e informes sobre cuestiones conflictivas conforme al proceso de negociación en el Consejo.
• Previo a los Consejos de Asuntos Generales y los Consejos Europeos, los representantes del PE se reunieron con el Trío de Presidencias.
Consciente de su nuevo papel, el PE destacó en varias ocasiones durante el proceso de negociación, que las propuestas del MFP 2014-2020 que se debatieron a lo largo del año 2012 en el Consejo no reflejaban las prioridades y preocupaciones del Parlamento. En este sentido, el Presidente del PE, Schulz, mencionó que: “Cuanto más se aleja el Consejo Europeo de la propuesta de mínimos de la Comisión, menos probable será que el Parlamento esté preparado para un compromiso”.[2] A lo largo del proceso de negociación surgieron diferentes opiniones sobre si el Parlamento Europeo debería evitar o no un enfrentamiento con los líderes de la UE que pusiera en peligro un posible acuerdo sobre el próximo MFP. También se debatió sobre el voto secreto en el PE acerca del compromiso del MFP 2014-2020, con el fin de reducir la presión de los gobiernos nacionales sobre los MEP. [3]
A pesar de que el Parlamento no puede modificar el límite global de gasto, ni el reparto del gasto entre las diferentes rúbricas, y solamente puede aprobar o no el acuerdo del Consejo, el PE parece estar dispuesto a luchar, ya que se encuentra al final de su mandato y no pretende dejar a su sucesor un presupuesto austero que se prolongará hasta 2020. El PE pretende también sensibilizar a los ciudadanos europeos, meses antes de las próximas elecciones, sobre su rol en el proceso de toma de decisiones a nivel europeo y presentarse como un socio serio del Consejo. Pero hay otros argumentos que podrían motivar al PE a rechazar el acuerdo final. En realidad, el TFUE no especifica un período de siete años para el MFP sino que indica que se “establecerá por un período de al menos cinco años”. El Parlamento Europeo podría asumir el riesgo de una crisis, con el fin de comenzar una nueva etapa en la construcción europea en la que el nuevo Parlamento, electo en 2014, reiniciará la negociación en un MFP que coincide con su mandato.
Sin embargo, el Parlamento no es un actor en sí mismo, ni representa una posición homogénea y no puede ignorar la transcendencia de un posible conflicto. Así, el Comité de las Regiones, ha hecho un llamamiento para evitar que el PE rechace el MFP, ya que las regiones europeas están esperando un acuerdo con el fin de concretar la financiación de los proyectos de la política de cohesión del periodo 2014-2020. Además, la reforma de la PAC requiere un acuerdo sobre el MFP 2014-2020 para poder desplegarse, de la misma forma que la nueva iniciativa para el empleo juvenil.
En consecuencia, el 13 de marzo, por una amplia mayoría de 506 diputados, el Parlamento Europeo “rechazó” el acuerdo político del Consejo del 7-8 de febrero “en su forma actual”,[4] y estableció varias condiciones esenciales que se deberían tener en cuenta para conseguir el apoyo final de los eurodiputados. En este sentido, el Parlamento no aprobó el acuerdo del Consejo Europeo ni tampoco lo rechazó, pero señaló las condiciones en que podría aceptarlo. Este procedimiento informal permite al MFP 2014-2020 ser “negociado” entre el Consejo y el Parlamento Europeo, aunque este procedimiento no está previsto expresamente en el Tratado. En esta negociación que se lleva a cabo desde abril, el PE exige cuatro puntos:
En primer lugar, una mayor flexibilidad del marco financiero, en el sentido de que los fondos no utilizados pueden ser transferidos por mayoría cualificada del Consejo de un año a otro y entre las diferentes categorías de gasto.
En segundo lugar, se debe reducir la gran diferencia entre los pagos y los compromisos financieros del presupuesto, para que no determinen los siguientes periodos financieros y no lleven a presupuestos deficitarios. En relación con esto, los eurodiputados demandan que los compromisos del marco financiero plurianual 2007-2013 tendrán que ser cubiertos en 2013 y no contaminar el marco financiero plurianual 2014-2020.
En tercer lugar, el Parlamento Europeo exige la creación de nuevos recursos propios para sustituir progresivamente al actual sistema basado principalmente en las contribuciones nacionales RNB. En este sentido, el PE pide un compromiso político para tratar este tema tras haber llegado a un acuerdo sobre el marco financiero plurianual 2014-2020.
En cuarto lugar, el PE pide una cláusula de revisión. Eso permitirá que se revise el MFP dentro de dos o tres años. La cláusula de revisión permitiría al Parlamento Europeo evaluar la MFP a la luz de lo que podría ser una mejor situación económica en el futuro.
Aunque todas estas demandas no se reflejan por completo en el acuerdo final, en los últimos meses se ha avanzado hacia mas flexibilidad en el presupuesto (p.e. las inversiones para luchar contra el desempleo juvenil se concentraran en los dos primeros años del MFP 2014-2020) y hacia un compromiso concreto sobre la revisión de la financiación del presupuesto comunitario.
A modo de conclusión, aunque tal vez el Parlamento sobreestima su nuevo rol en las negociaciones del MFP 2014-2020 y debe considerar el esfuerzo político que ha supuesto llegar a un acuerdo en el seno del Consejo, ha quedado evidente también que el Consejo ha infravalorado el ansia del Parlamento de presentarse como socio fuerte en las negociaciones presupuestarias.
Mario Kölling
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales
[1] “If we abdicate our powers, we no longer deserve our name” – Interview with Alain Lamassoure, European Parliament’s chief MFF negotiator, EUROPOLITICS, 01 March 2013.
[2] EP President Schulz during a press conference, on 25/01/2013.
[3] Multiannual financial framework : EP threatens secret ballot to escape pressure from capitals 21/01/2013, Europolitics.
[4] European Parliament resolution of 13 March 2013 on the European Council conclusions of 7/8 February concerning the Multiannual Financial Framework (2012/2803(RSP)).